Luna, déjame que ate la locura esa de los poetas,
que doblegue el intenso deseo de envolverlo en mis brazos,
de llevarlo al cielo en un suspiro.
Ve y dile que en esta noche me haga el amor,
que no espere que llegue de nuevo un invierno,
que éste otoño no deshoje mis anhelos.
Dile que me bese lento, mientras descubre mis temores entre jadeos,
que me bese en susurros, irrumpiendo en mi mundo de un sexo dormido.
En un suave vaivén, su piel en mi piel, mi vientre le acoge, le miro a los ojos,
derramando en mí el néctar divino,
en él esta mujer quiere sucumbir.
Que llegue Noviembre y me encuentre su amante,
que caiga el invierno y mi piel por el arda,
que no mire hacia atrás con un dulce desdén,
¡que me importa el mundo ni sus que dirán, si ahora deseo ser su mujer.!
Dile que le pienso ahí perdido en mis sueños, y beso su frente,
sé que ahora duerme sin pensar en mi, estoy aquí, es que acaso no me ve?
Pero no importa , me convertiré en viento, me haré un suspiro, me pintaré de estrellas,
tan sólo para poder en dulces lunas llegar hasta el.
Me invento su boca jugando en la mía, me invento su cuerpo envolviéndome del frío,
dormida en su pecho mi desnudo es suyo.
Luna de plata, llévale a él unas palabras extraviadas y locas en este papel,
dile que quiero ser suya, que tengo mil caricias queriendo salir,
que quiero su lienzo, su geografía, que quiero ser suya, que quiero en sus brazos sentirme mujer!